Universidades del Estado debaten sobre la salud como derecho en el marco del proceso constituyente
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Con la participación del doctor Claudio Merino, académico especialista en Salud Pública de la Universidad de Los Lagos y de la vicerrectora Anita Dörner Paris en su rol de moderadora, se realizó el diálogo “La Salud como Derecho”, en el marco de la VII Escuela de Temporada organizada por las universidades de Chile, de Valparaíso, Tecnológica Metropolitana, de Santiago de Chile, Arturo Prat y la Red Patagonia Cultural (universidades de Aysén, de Magallanes y de Los Lagos).

También participaron como panelistas, Soledad Barría, ex ministra de Salud y académica de la Universidad de Chile; el doctor Pedro Yañez, jefe del programa de Medicina Familiar de FACIMED y Tomás Lagamarsino, presidente de Fundación Equidad.

En el contexto del debate, se apuntó a la necesidad de garantizar constitucionalmente el derecho a la salud, eliminando el actual rol subsidiario al Estado que establece la actual Constitución. “Hay que  asegurar  la salud como un derecho en la Constitución, como un derecho de todas y todos los habitantes del país, en un contexto donde el Estado debe ser un garante.  La Constitución debe dar una clara señal de que la salud no es la recuperación de una enfermedad, sino que todos vivamos en condiciones adecuadas para tener salud. Tan importante como el sistema para abordar la salud, son  las condiciones de vida. En la pandemia ha quedada claro que en las comunas con más hacinamiento, se produjo el doble del contagio”, afirmó la ex ministra Soledad Barría.

La académica de la UChile agregó que la salud debe formar parte de un sistema de derechos económicos y sociales, tales como los derechos a la vivienda, a un empleo y la salud como integrante de los demás derechos de la población. “La Constitución debe establecer un sistema que entregue garantías, con un sistema de salud público y universal, con financiamiento solidario en el que todos contribuyamos y con representación en los territorios. La salud se construye desde los territorios, con un sistema primario de atención de salud que se construye con las comunidades, para dar calidad de acciones de salud, recuperación de la enfermedad con acceso y calidad”, enfatizó Soledad Barría.

Por su parte, Claudio Merino, académico de la carrera de Enfermería ULagos, destacó dos aspectos relacionados con el acceso garantizado a la salud. “En primer lugar, distinguir las prestaciones de salud donde es importante que exista un acto reparatorio del propio sistema de salud, que se ha ido precarizando y neoliberalizando. Que la salud se constituya como un derecho significa fortalecer un sistema de salud pública universal coherente, con los conocimientos territoriales de la salud, con una mirada socioambiental y territorial. También tiene que ver con cuidar la vida o el buen vivir, cuestión que  considera las demandas históricas de la ciudadanía. El 18 de octubre es uno de varios eventos que han reclamado la salud como un derecho, una demanda que se remonta desde el siglo XIX. También tiene que ver con minimizar externalidades negativas de empresas mineras por ejemplo, que han afectado la salud de la población, en el marco de un sistema extractivista que expolia la vida y permite que unos vivan y otros mueran”, destacó el doctor Merino.

Pedro Yañez Alvarado apuntó al mandato que tenemos como sociedad un mandato constituyente en materia de salud, que surge a partir del estallido del 18 de octubre. “Que significa que no hemos hecho lo suficiente como sociedad y debemos pedir perdón. Mandato que se cumple con un Estado garante de derechos, un sistema gratuito, en base a impuestos, financiado por aquellos con más poder económico. Un sistema integral de salud con perspectiva de género y participante”, acoró Alvarado.

Para el facultativo el segundo mandato es ético, es un derecho sagrado que significa entregar más y mejor a quienes más necesitan, atención especial a los grupos vulnerados. Asimismo, significa plantearse si es justo que se lucre con la resolución de los temas de salud, siendo un tema que debe estar planteado en la Constitución. “Asimismo, hay un mandato propio de la pandemia, que exige un sistema preventivo, con una red integrada, con innovación, vigilancia y acogida”, indicó.

En síntesis, un mandato para resolver problemas históricos, con énfasis en lo preventivo, un trabajo territorial con redes integradas y en consideración al territorio.

Tomás Lagamarsino, presidente Fundación Equidad, reiteró que en la actualidad el Estado no garantiza el derecho a la salud. “El solo hecho de tener una Constitución diferente a la que hemos tenido, una Constitución subsidiaria, patriarcal y excluyente, hace que no tengamos el derecho garantizado a la salud. Para que tengamos el derecho a la salud debemos tener garantizados un paquete de derechos a las pensiones, vivienda, soberanía alimentaria, entre otros. Complementar con un Estado que pueda garantizar políticas públicas, una Constitución que debe ser un paragua que permita generar políticas públicas, capaces de crear ambientes saludables, así como terminar con el lucro descarnado creado por las clínicas, especialistas, entre otros. Generar leyes que salgan desde una sala de máquinas diferente”, enfatizó Lagamarsino

En su rol de moderadora, Anita Dörner Paris, vicerrectora del Campus Puerto Montt de la Universidad de Los Lagos, enfatizó que en esta etapa de transitar hacia la construcción de una nueva Constitución, es vital el conocer las visiones de los /as participantes, a objeto de abrir la reflexión y dar foco a la participación ciudadana y determinar las necesidades propias de cada territorio. “Tras esta experiencia, vemos que es evidente el consenso que hubo entre los panelistas, respecto de las problemáticas que el sistema de salud actual posee y que se debiera construir durante el proceso constituyente”, apuntó la vicerrectora.

 

 Sobre la VII Escuela de Temporada

Bajo el título “Diálogos constituyentes + democracia+ derechos humanos+ territorios” entre el 18 y 22 de enero de 2021 se llevó a cabo la VII Escuela de Temporada, organizada conjuntamente por ocho universidades del Estado.

Temas como género, medio ambiente, racismo, interculturalidad, patrimonio, culturas, entre otros, se tomaron la agenda durante cada jornada, a través de tres modalidades: conversatorios, en la que se convocaron a académicos/as a exponer sobre un tema en específico; talleres, donde el público pudo participar de una instancia formativa con expertos/as y asambleas, donde se invitó a representantes de organizaciones sociales y a toda la comunidad a participar de manera horizontal de discusiones sobre temas específicos.

Para Sergio Trabucco Zerán, subdirector de Arte, Cultura y Patrimonio de ULagos y contraparte institucional en la organización de este tradicional espacio de extensión universitaria creado en la década de los años ‘30 por Amanda Labarca, “lo que sucedió en la Escuela de Temporada es lo que el país espera de las universidades estatales: colaboración con sentido territorial, desde donde se pudo convocar a la comunidad universitaria y a líderes de opinión a que piensen el país que merecemos”, enfatizó Trabucco Zerán.

El representante institucional del Arte, la Cultura y el Patrimonio, valoró la contribución de la Red Patagonia Cultural (UMAG, UAysén y ULagos), como instancia de vinculación con el medio. “Logramos ser un aporte desde la diversidad de voces, pero proyectando un mismo sur, en unidad  y generosidad, fortaleciendo el espíritu de trabajo mancomunado, que caracteriza a nuestras universidades públicas, estatales y regionales, sobre todo si pensamos que lo que se trató en esta Escuela de Temporada será un insumo durante el proceso constituyente”, concluyó Trabucco Zerán.

 

Publicado por: Paulina Ossa Magaña